La Iglesia siempre se ha
preguntado como describir a María, la siempre pura, la sin pecado y sin mancha,
Madre de Jesús en todo momento, incluso cuando fue perseguido y en su muerte. A
continuación les dejo una canción que compuso Martín Valverde un cantante
católico contemporáneo. Les invito a que la escuchen con atención y se enfoque
en cómo se habrá sentido María a lo largo de su vida.
Juan Pabllo II tenía una gran
devoción hacia María, redactó esta oración en el año de 1979. Él la reconoce
como madre de todos e intercesora de todos, en otra ocasión la menciona como la
parte femenina de Dios.
“Jesús, viendo a su Madre y al discípulo a quien amaba, que estaba allí, dijo a la Madre: mujer, he ahí a tu hijo (Jn 19, 26). Así, de un modo nuevo, ha legado su propia Madre al hombre: al hombre, a quien ha transmitido el Evangelio. La ha legado a todo hombre. La ha legado a la Iglesia en el día de su nacimiento histórico, el día de Pentecostés. Desde aquel día toda la Iglesia la tiene como Madre. Y todos los hombres la tienen como Madre. Entienden como dirigidas a cada uno las palabras pronunciadas desde la Cruz. Madre de todos los hombres. La maternidad espiritual no conoce límites. Se extiende en el tiempo y en el espacio. ¡Alcanza tantos corazones humanos! Alcanza a las naciones enteras.”
Juan Pablo II
Aud. gen. 10-1-1979
Aud. gen. 10-1-1979
Por último la Madre Teresa de Calcuta
muestra a María con fuente de pureza, intercesora, la que no nos abandona y se
encuentra pendiente de sus hijos como madre excelentísima que es.
Si María dio a luz a Cristo, la
Iglesia que la formamos todos los creyentes, debemos también dar a luz a
Cristo, dejar que nazca en nuestros corazones y así seguir nuestra vocación.
Pidámosle a María que interceda por nosotros para lograrlo.
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